Las venas y arterias constituyen decenas de miles de kilómetros del sistema vascular del cuerpo y desempeñan un papel crucial en la circulación. Y las venas tienen una función especialmente vital: devolver la sangre desoxigenada de las piernas al corazón trabajando contra la gravedad.
Mantener las venas sanas es fundamental para prevenir los problemas circulatorios. El sedentarismo, la obesidad, la diabetes, la genética y el embarazo pueden afectar a la salud de las venas. Incluso los trabajos que requieren largos periodos de pie o sentado pueden causar estragos en tu cuerpo.
Aquí tienes algunos consejos y cosas fáciles que puedes hacer para reforzar la salud de tu sistema vascular.
Comer mucha fruta y verdura fresca
Cuanto más brillantes, mejor. Los ricos en vitaminas K, C y E ayudan a mejorar la salud de las paredes de las venas y la circulación. Decántate por las naranjas, las fresas, las espinacas, el brécol, los pimientos rojos, el ajo, las coles de Bruselas y los aguacates.
Ejercicio
Es importante mantenerse activo cada día realizando actividades como caminar o nadar para favorecer un flujo sanguíneo sano y unas venas fuertes. Si pasas mucho tiempo sentado o de pie, da un paseo cada 30 minutos para estimular la circulación.
Beber agua
Beba ocho vasos de agua al día, y beba más cuando haga ejercicio o sude. Cuando el cuerpo está bien hidratado, la sangre es más fina y fluye con facilidad por las venas.
Dejar de fumar
Fumar es muy perjudicial para la salud en muchos sentidos, pero las sustancias químicas del humo del tabaco desoxigenan y espesan la sangre. Esto hace que se mueva más lentamente por el sistema vascular. La nicotina también hace que las venas se endurezcan y estrechen, lo que aumenta el riesgo de formación de coágulos.
Controle su tensión arterial
Es importante que conozca sus niveles de tensión arterial y entienda lo que significan las cifras, aunque no tenga problemas de tensión arterial. La hipertensión puede sobrecargar las venas y las válvulas arteriales y debilitarlas.
Reduzca su consumo de sodio
Un exceso de sodio en la dieta puede provocar retención de líquidos, lo que aumenta el volumen de sangre en el organismo y ejerce una presión adicional sobre las venas y arterias. Con el tiempo, esta presión añadida puede debilitar las paredes y válvulas de las venas, dificultando el correcto funcionamiento del sistema vascular.
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