El embarazo es un viaje emocionante lleno de cambios increíbles, pero algunos de esos cambios -como las varices- puedenser inesperados e incómodos. Si has notado que te aparecen venas hinchadas y retorcidas en las piernas, no eres la única.
Muchas mujeres embarazadas sufren varices debido al aumento del volumen sanguíneo, los cambios hormonales y la presión añadida sobre las venas. ¿La buena noticia? Hay formas de controlar las molestias y favorecer una circulación sana durante el embarazo.
En esta guía explicaremos por qué aparecen las varices, qué se puede hacer para aliviar los síntomas y cómo mantener las piernas en perfecto estado.
Las varices durante el embarazo
Las varices son venas dilatadas e hinchadas que suelen aparecer en las piernas, normalmente debido a válvulas venosas debilitadas o dañadas. Estas venas pueden aparecer azules o moradas, retorcidas y abultadas bajo la piel. Afectan aproximadamente al 23% de los adultos en EE.UU., siendo el embarazo un desencadenante común debido al aumento del volumen sanguíneo, los cambios hormonales y la presión física del útero en crecimiento.
Aunque las varices suelen considerarse problemas estéticos, a veces pueden causar molestias o dolor. Conocer las causas, los síntomas y las estrategias de tratamiento puede ayudar a las futuras mamás a aliviar las molestias y mejorar la salud de las venas.
¿Por qué aparecen varices durante el embarazo?
Durante el embarazo, el cuerpo experimenta importantes cambios fisiológicos que aumentan la probabilidad de sufrir varices.
Varios factores clave contribuyen a su desarrollo:
- Cambios hormonales: El aumento de los niveles de progesterona hace que las paredes de las venas se relajen, haciéndolas más susceptibles a la dilatación y a la ineficacia.
- Aumento del volumen sanguíneo: El volumen sanguíneo aumenta hasta un 20% para sostener al feto en crecimiento, lo que añade una presión adicional sobre las venas y debilita su capacidad para hacer circular la sangre de forma eficiente.
- Útero en crecimiento: A medida que el útero se expande, ejerce presión sobre la vena cava inferior, la gran vena encargada de devolver la sangre de las piernas al corazón. Esta compresión ralentiza el flujo sanguíneo, lo que provoca el agrandamiento de la vena.
Síntomas comunes de las varices durante el embarazo
Mientras que algunas mujeres experimentan varices sin molestias, otras pueden desarrollar síntomas como:
- Pesadez: Las piernas pueden sentirse pesadas, especialmente después de estar de pie durante mucho tiempo.
- Hinchazón: La acumulación de líquido puede hacer que las piernas se hinchen, lo que provoca molestias y tirantez en la piel.
- Picor: Las zonas afectadas pueden resecarse, picar o irritarse.
- Dolor y molestias: Algunas personas refieren dolores punzantes o molestos, sobre todo al final del día.
Cómo prevenir o minimizar las varices durante el embarazo
Aunque algunos factores de riesgo son inevitables, tomar medidas preventivas puede ayudar a reducir la gravedad de las varices y las molestias asociadas.
1. Mantente activo
La actividad física regular favorece una circulación sanguínea sana y fortalece los músculos de las piernas, que favorecen el funcionamiento de las venas. Actividades como caminar, nadar y el yoga prenatal pueden ser muy beneficiosas.
2. Elevar las piernas
Siempre que sea posible, eleve las piernas por encima del nivel del corazón durante 15-20 minutos para favorecer el flujo sanguíneo y reducir la hinchazón. Esta sencilla práctica puede mejorar significativamente la circulación y aliviar las molestias.
3. Usar medias de compresión
Las medias de compresión ejercen una suave presión sobre las piernas, impidiendo que la sangre se acumule en las venas. Llevarlas puestas durante todo el día puede ayudar a reducir la hinchazón y las molestias asociadas a las varices.
4. Evite permanecer mucho tiempo sentado o de pie
Permanecer en una misma postura durante mucho tiempo puede dificultar la circulación. Tómate descansos para moverte, estirarte o cambiar de postura con frecuencia para favorecer el flujo sanguíneo.
5. Mantener un peso saludable
El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre las venas, lo que aumenta el riesgo de varices. Seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio con regularidad puede ayudar a controlar el aumento de peso y favorecer la salud vascular en general.
Opciones de tratamiento para las varices durante y después del embarazo
Aunque las medidas preventivas pueden minimizar las varices, es posible que no las eliminen por completo. Afortunadamente, varias opciones de tratamiento pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar el aspecto de las venas.
La mayoría de las mujeres embarazadas pueden controlar las varices con modificaciones del estilo de vida, como:
- Uso de medias de compresión
- Elevar las piernas con regularidad
- Hacer ejercicio suave
- Practicar una buena hidratación y nutrición
Estos enfoques conservadores pueden ayudar a aliviar los síntomas y prevenir el empeoramiento de las varices durante el embarazo.
En caso de molestias o complicaciones graves, puede ser necesario recurrir a tratamientos médicos. Sin embargo, la mayoría de los procedimientos se posponen hasta después del embarazo para garantizar la seguridad de la madre y el bebé.
Algunas opciones son:
- Escleroterapia: Se inyecta una solución en la vena para colapsarla, haciéndola desaparecer con el tiempo. Este procedimiento suele realizarse después del embarazo.
- Terapia Láser: Se utiliza un haz de luz focalizado para cerrar las pequeñas varices, haciendo que desaparezcan gradualmente.
- Extirpación o ligadura de venas: En los casos más graves, pueden utilizarse procedimientos quirúrgicos para extirpar o ligar las venas problemáticas.
Cuándo buscar atención médica
Aunque las varices suelen ser inofensivas, algunos síntomas pueden indicar una afección más grave.
Busque atención médica si experimenta:
- Dolor intenso o persistente
- alteraciones cutáneas como decoloración, úlceras o llagas abiertas
- Hinchazón o calor repentinos en una pierna, lo que podría indicar un coágulo de sangre(trombosis venosa profunda).
Recuperación de varices posparto
Después del parto, su cuerpo comienza el proceso de volver a su estado anterior al embarazo y, para muchas mujeres, esto incluye una mejora de las varices. A medida que se estabilizan los niveles hormonales, disminuye el volumen sanguíneo y se reduce la presión sobre las venas, es posible que notes que la hinchazón y las molestias remiten por sí solas en unos meses.
Sin embargo, en algunos casos, las varices pueden persistir o incluso empeorar, sobre todo si hay antecedentes familiares de enfermedad venosa o si se han tenido varios embarazos. Si sigue teniendo dolor, hinchazón o venas abultadas visibles después del posparto, es importante que consulte a un especialista en venas varicosas. Ellos pueden evaluar su estado y recomendarle las opciones de tratamiento adecuadas.
Dar prioridad a la salud de las venas después del parto -mediante el movimiento regular, el mantenimiento de un peso saludable y la elevación de las piernas cuando sea posible- puede ayudar en la recuperación y reducir la probabilidad de problemas venosos a largo plazo. Si no está segura de si sus varices se resolverán de forma natural, un especialista puede ofrecerle orientación personalizada en función de sus síntomas y su historial médico.
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Preguntas frecuentes
En muchos casos, las varices mejoran o desaparecen unos meses después del parto, a medida que los niveles hormonales y el volumen sanguíneo vuelven a la normalidad. Sin embargo, si persisten, un especialista en venas var icosas puede recomendar opciones de tratamiento.
Para reducir el riesgo, manténgase activo, evite permanecer mucho tiempo de pie o sentado, eleve las piernas siempre que sea posible, utilice medias de compresión y duerma sobre el lado izquierdo para aliviar la presión sobre las venas.
Moverse con regularidad, mantenerse hidratada, llevar ropa holgada, elevar las piernas y hacer ejercicios suaves como caminar o yoga prenatal pueden ayudar a promover una circulación sana.

