
Escleroterapia guiada por ultrasonidos
Cuando las venas problemáticas se encuentran bajo la superficie de la piel, la escleroterapia guiada por ecografía ofrece una solución segura y eficaz. Esta técnica avanzada combina la ecografía con inyecciones selectivas para tratar varices más profundas que pueden no ser visibles a simple vista.
A diferencia de las arañas vasculares o varices visibles, a las que se puede acceder fácilmente, las venas más profundas requieren una visualización precisa. Mediante ultrasonidos, nuestros especialistas localizan las venas afectadas en tiempo real y guían la inyección de una solución médica (esclerosante) directamente en la vena afectada, colapsándola y, en última instancia, cerrándola. Esto permite que la sangre se desvíe hacia venas más sanas, mejorando la circulación y la estética.

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Qué esperar durante la intervención
Antes del tratamiento, se realiza una ecografía detallada para identificar la localización exacta y el estado de las venas afectadas. Esto también ayuda al médico a planificar un tratamiento seguro y eficaz.
- Se utiliza un dispositivo portátil de ultrasonidos para guiar la inyección con precisión milimétrica.
- Una vez identificada la vena objetivo, se inyecta la solución esclerosante.
- La solución irrita las paredes de las venas, haciendo que se colapsen y se cierren.
- Con el tiempo, la vena tratada es absorbida por el organismo y la sangre se redirige a las venas sanas cercanas.
El tratamiento suele durar menos de 60 minutos y se realiza directamente en nuestra clínica. No se requieren incisiones ni puntos de sutura, y la recuperación es rápida.
Preguntas frecuentes
La escleroterapia guiada por ecografía se utiliza para tratar venas que no son visibles en la superficie de la piel. La ecografía ayuda al médico a localizar y tratar con precisión estas venas más profundas, lo que garantiza unos resultados óptimos.
Tanto la ecografía como el procedimiento de escleroterapia se consideran muy seguros. La ecografía utiliza ondas sonoras inofensivas para visualizar las venas, y la escleroterapia es un método fiable para el tratamiento de las varices desde hace más de 90 años. Los efectos secundarios son poco frecuentes y suelen ser leves, como un ligero enrojecimiento o irritación en el lugar de la inyección.
Muchos pacientes empiezan a notar mejoras a las pocas semanas, aunque los resultados completos pueden tardar un mes o más, a medida que se absorbe la vena tratada y mejora el flujo sanguíneo.