El tratamiento varía en función de la gravedad, desde remedios caseros hasta intervenciones quirúrgicas. Los cambios en el estilo de vida, como aumentar la ingesta de fibra y líquidos, tomar baños calientes y utilizar cremas o supositorios para las hemorroides, pueden aliviar a menudo los síntomas. Los analgésicos de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno, también pueden reducir el dolor y la inflamación.
En los casos persistentes, pueden ser necesarias intervenciones médicas como la ligadura con banda elástica, un procedimiento que corta el riego sanguíneo a la hemorroide, provocando su caída.
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