Qué es la arteriopatía periférica y por qué es importante
La arteriopatía periférica (arteriopatía periférica) es una afección circulatoria frecuente en la que el estrechamiento de las arterias reduce el flujo sanguíneo a las extremidades. La arteriopatía periférica suele causar dolor en las piernas al caminar, lo que se conoce como claudicación.
Aunque las molestias en las piernas son un síntoma frecuente, la arteriopatía periférica también puede indicar problemas de salud más graves. La reducción del flujo sanguíneo al corazón y al cerebro aumenta el riesgo de infarto de miocardio, ictus y otros problemas cardiovasculares. Comprender la arteriopatía periférica es esencial para reconocer los primeros signos y buscar el tratamiento oportuno.
Síntomas comunes de la arteriopatía periférica
Los síntomas de la arteriopatía periférica pueden variar en gravedad y a veces se solapan con los de otras afecciones, por lo que es importante una evaluación adecuada. Los signos más comunes son:
- Dolor, calambres o debilidad en las piernas al caminar
- Entumecimiento o frialdad en las piernas o los pies
- Llagas o heridas en las piernas que no cicatrizan
- Cambios de color de la piel en las extremidades inferiores
- Movilidad reducida o dificultad para realizar las actividades cotidianas
Reconocer estos síntomas a tiempo y consultar a un especialista puede prevenir complicaciones y ayudar a tratar la arteriopatía periférica con eficacia.
Causas y factores de riesgo de la arteriopatía periférica
La causa más frecuente de la arteriopatía periférica es la aterosclerosis, una enfermedad en la que se acumulan depósitos de grasa en las paredes arteriales. Con el tiempo, estos depósitos estrechan las arterias y reducen el flujo sanguíneo.
Los factores de riesgo para el desarrollo de la arteriopatía periférica incluyen
- Niveles elevados de colesterol y lípidos no saludables
- Diabetes
- Hipertensión arterial
- Fumar
- Sedentarismo
- Antecedentes familiares de enfermedad vascular
Identificar y abordar estos factores de riesgo puede ralentizar la progresión de la enfermedad y favorecer una mejor circulación.
Cómo se diagnostica la arteriopatía periférica
Un diagnóstico adecuado de la arteriopatía periférica requiere la evaluación de un especialista cualificado. Las pruebas comunes incluyen:
- Índice tobillo-brazo (ITB) para medir las diferencias de presión arterial entre brazos y piernas
- Ecografía para evaluar el flujo sanguíneo y detectar obstrucciones
- Angiografía por TC o RM para una visión detallada de la estructura arterial
Un diagnóstico preciso permite a los profesionales sanitarios desarrollar un plan de tratamiento personalizado que aborde la gravedad de la arteriopatía periférica y las afecciones subyacentes.
Opciones de tratamiento no quirúrgico de la arteriopatía periférica
Angioplastia con balón y colocación de stent para la arteriopatía periférica
La angioplastia con balón es un procedimiento mínimamente invasivo en el que se introduce un pequeño balón en una arteria estrechada y se infla para ensancharla. En muchos casos, se coloca un stent, un pequeño tubo de malla metálica, para mantener abierta la arteria. Este procedimiento puede restablecer inmediatamente el flujo sanguíneo, aliviando el dolor de piernas y reduciendo el riesgo de complicaciones. La recuperación suele ser más rápida que con la cirugía tradicional, por lo que la angioplastia con balón y colocación de endoprótesis es una opción de tratamiento preferida por muchos pacientes.
Aterectomía para obstrucciones arteriales complejas
La aterectomía utiliza catéteres especializados para eliminar la placa de las arterias. Este procedimiento es especialmente eficaz en pacientes con obstrucciones complejas o muy calcificadas. Diversos dispositivos, como láseres y rasuradoras rotatorias, permiten eliminar la placa con precisión, preservando la integridad de la arteria. La aterectomía ofrece una alternativa cuando los métodos tradicionales pueden no ser eficaces y puede mejorar los resultados a largo plazo al restablecer un flujo sanguíneo adecuado.
Balones recubiertos de fármacos para las obstrucciones recurrentes
Los balones recubiertos de fármacos administran medicación directamente a la pared arterial durante la intervención. La medicación impide la formación de tejido cicatricial y reduce la posibilidad de que la arteria vuelva a estrecharse. Este método es especialmente útil en pacientes con obstrucciones recurrentes. La administración localizada minimiza los efectos secundarios sistémicos y mejora la durabilidad de los resultados del tratamiento.

Cambios en el estilo de vida para mejorar la circulación y controlar la arteriopatía periférica
Los tratamientos no quirúrgicos son más eficaces cuando se combinan con modificaciones del estilo de vida. Las estrategias clave incluyen:
- Dieta cardiosaludable: Céntrese en la fruta, la verdura, los cereales integrales y las proteínas magras. Limite las grasas saturadas, el colesterol y el sodio para mejorar la circulación sanguínea.
- Ejercicio regular: Caminar y realizar actividades de bajo impacto fortalecen los músculos de las piernas y mejoran la circulación. Los programas de ejercicio estructurado guiados por profesionales sanitarios pueden optimizar los beneficios.
- Mantener un peso saludable: Reducir el exceso de peso disminuye la presión sobre las arterias y mejora la salud cardiovascular en general.
Estos cambios en el estilo de vida complementan los tratamientos médicos y ayudan a ralentizar la progresión de la enfermedad.
Efectos del tabaquismo en la arteriopatía periférica y cómo dejar de fumar
El tabaquismo es una de las principales causas de la arteriopatía periférica y puede acelerar su progresión. Dejar de fumar mejora la circulación, reduce los síntomas y aumenta la eficacia de los tratamientos. El apoyo de los profesionales sanitarios, que incluye asesoramiento, medicación y programas estructurados para dejar de fumar, aumenta las probabilidades de éxito. Los pacientes que dejan de fumar suelen experimentar mejoras significativas en la salud vascular y en los resultados a largo plazo.
La importancia de las revisiones periódicas de la arteriopatía periférica
Las revisiones médicas rutinarias son esenciales para seguir la evolución de la arteriopatía periférica y ajustar los planes de tratamiento. Durante estas visitas, los profesionales sanitarios pueden evaluar los síntomas, revisar los resultados de las pruebas y modificar las estrategias de tratamiento según sea necesario. Las revisiones periódicas permiten a los pacientes participar activamente en su cuidado y abordar cualquier problema con prontitud, reduciendo así el riesgo de complicaciones.
Combinación de tratamientos no quirúrgicos, estilo de vida y medicación
Un enfoque integral de la arteriopatía periférica incluye procedimientos no quirúrgicos, modificaciones del estilo de vida y medicación. Esta estrategia integrada mejora el flujo sanguíneo, reduce los síntomas y mejora la calidad de vida en general. Los pacientes que participan activamente en su tratamiento y siguen planes personalizados suelen obtener mejores resultados y un mayor éxito a largo plazo.
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Preguntas frecuentes
Los primeros signos de arteriopatía periférica pueden ser dolor o calambres en las piernas al caminar, entumecimiento, frialdad en los pies o las piernas, úlceras de curación lenta y cambios en el color de la piel. La detección y el tratamiento precoces son fundamentales para prevenir complicaciones graves.
Los tratamientos no quirúrgicos, como la angioplastia con balón, la colocación de endoprótesis vasculares, la aterectomía y los balones recubiertos de fármacos, restablecen el flujo sanguíneo sin cirugía tradicional. Estos procedimientos son mínimamente invasivos, reducen el tiempo de recuperación y ayudan a aliviar los síntomas de forma eficaz.
Sí. Adoptar una dieta cardiosaludable, hacer ejercicio con regularidad, dejar de fumar y mantener un peso saludable puede mejorar significativamente la circulación y aumentar la eficacia de los tratamientos de la arteriopatía periférica.

