Contenido
- Qué es la artrosis de rodilla y cómo afecta a la vida diaria
- Cómo afecta el frío a los síntomas de la osteoartritis de rodilla
- Mantenerse activo en los meses más fríos
- Abrígate bien y protege tus articulaciones
- Terapia de frío y calor
- Mantener un peso saludable
- Explore el tratamiento avanzado: Embolización de la arteria genicular
- Consejos adicionales de temporada
- Dé el primer paso para aliviar el dolor de rodilla
- Preguntas frecuentes
La artrosis de rodilla es una enfermedad frecuente que afecta a millones de personas. Se produce cuando el cartílago protector de la articulación de la rodilla se desgasta gradualmente con el paso del tiempo. Sin esta amortiguación, los huesos de la articulación pueden rozarse, causando dolor, rigidez, hinchazón y movilidad reducida.
Cuando bajan las temperaturas o cambian las pautas meteorológicas, muchas personas con osteoartritis de rodilla notan que sus síntomas empeoran. Comprender cómo afectan los cambios estacionales a las articulaciones y aprender a controlar el dolor de la osteoartritis de rodilla durante todo el año puede suponer una diferencia significativa en su comodidad y calidad de vida.
En esta guía, exploraremos estrategias prácticas para ayudarle a mantenerse activo, reducir las molestias y proteger la salud de sus rodillas durante los meses más fríos.
Qué es la artrosis de rodilla y cómo afecta a la vida diaria
La artrosis de rodilla es una enfermedad articular degenerativa en la que el cartílago que amortigua los huesos de la rodilla se desgasta. Al romperse esta capa protectora, los huesos pueden empezar a rozarse entre sí. Esta fricción provoca inflamación, dolor y una pérdida gradual de movilidad.
Los síntomas comunes de la OA de rodilla incluyen:
- Dolor y sensibilidad en o alrededor de la rodilla
- Rigidez, especialmente después de descansar o a primera hora de la mañana.
- Hinchazón e inflamación
- Reducción de la amplitud de movimiento
- Sensación de chirrido o rechinamiento durante el movimiento
La progresión de la OA de rodilla puede variar de una persona a otra. Algunas personas experimentan síntomas leves durante años, mientras que otras pueden sufrir un deterioro articular más rápido. Factores de riesgo como la edad, el peso corporal, lesiones articulares anteriores y la genética pueden influir en el desarrollo de la osteoartritis de rodilla.
Cómo afecta el frío a los síntomas de la osteoartritis de rodilla
Muchas personas con osteoartritis de rodilla afirman que sus articulaciones se sienten más rígidas y doloridas durante las estaciones más frías. Las bajas temperaturas pueden hacer que los músculos se tensen, disminuya el flujo sanguíneo y se espese el líquido sinovial. Estos cambios dificultan el movimiento fluido de las articulaciones y aumentan la fricción y las molestias.
Los cambios de presión barométrica que acompañan a los cambios estacionales también pueden hacer que los tejidos que rodean las articulaciones se dilaten ligeramente, lo que puede contribuir al dolor o la hinchazón. La humedad que suele acompañar a las estaciones invernales o lluviosas puede agravar aún más los síntomas en algunas personas.
Mantenerse activo en los meses más fríos
El ejercicio regular es una de las formas más importantes de controlar el dolor de la osteoartritis de rodilla. Mantenerse activo ayuda a fortalecer los músculos que sostienen la rodilla, mejorar la flexibilidad y reducir la rigidez articular.
Las actividades de bajo impacto son las mejores para proteger las articulaciones. Considera opciones como:
- Caminar en interiores o sobre superficies planas
- Natación o aeróbic acuático
- Ciclismo estacionario
- Yoga suave o tai chi
Si va a empezar una nueva rutina de ejercicios, consulte con un profesional sanitario para asegurarse de que es segura y se adapta a sus necesidades.
Comience siempre con un calentamiento adecuado para aumentar gradualmente el flujo sanguíneo a los músculos. El calentamiento ayuda a reducir el riesgo de lesiones y puede aliviar la rigidez antes de la actividad.
Abrígate bien y protege tus articulaciones
Mantener las rodillas y el cuerpo calientes es esencial para controlar la osteoartritis de rodilla durante los meses más fríos. Utiliza capas térmicas, manguitos aislantes para las rodillas o prendas de compresión para retener el calor y proporcionar apoyo a las articulaciones.
Si va a estar al aire libre, elija un calzado con buena amortiguación y agarre para proteger las rodillas de tensiones adicionales y evitar resbalones o caídas.
Terapia de frío y calor
La terapia con calor puede ayudar a relajar los músculos, mejorar la circulación y reducir la rigidez articular. Puede aplicar calor con una toalla caliente, una almohadilla térmica o un baño caliente. Asegúrese de seguir las normas de seguridad para evitar quemaduras. El calor es especialmente eficaz antes del ejercicio o después de periodos de inactividad.
La terapia con frío es útil para reducir la inflamación y adormecer las zonas doloridas. Aplica una bolsa de hielo envuelta en un paño sobre la rodilla durante 15 o 20 minutos varias veces al día, sobre todo después de la actividad o durante las reagudizaciones.
Algunas personas encuentran que alternar terapias de calor y frío proporciona un alivio adicional.
Mantener un peso saludable
El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre las articulaciones de la rodilla. Perder incluso una pequeña cantidad de peso puede reducir significativamente la presión sobre las rodillas, aliviar el dolor y mejorar la movilidad. Opte por una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales.
Explore el tratamiento avanzado: Embolización de la arteria genicular
Si los cambios en el estilo de vida y los remedios caseros no proporcionan suficiente alivio, los tratamientos médicos avanzados pueden ser el siguiente paso. Una opción muy eficaz y mínimamente invasiva es la embolización de la arteria genicular (EAG ).
La GAE se dirige a las pequeñas arterias que suministran sangre a las zonas inflamadas de la rodilla. Al reducir el flujo sanguíneo a estas regiones, la GAE ayuda a disminuir la inflamación y el dolor asociados a la artrosis. A diferencia de la cirugía tradicional, la GAE no requiere grandes incisiones ni largos periodos de recuperación, lo que la convierte en una opción prometedora para quienes buscan alternativas a la sustitución articular.
Muchos pacientes experimentan un alivio significativo del dolor y una mejora de la movilidad tras la GAE, lo que les permite retomar sus actividades cotidianas con mayor comodidad.
Para averiguar si la GAE es adecuada para usted, programe una consulta con los expertos de United Knee Centers. Nuestro equipo evaluará su condición y le ayudará a explorar las mejores opciones para el manejo de la osteoartritis de rodilla con eficacia.

Consejos adicionales de temporada
Además de mantenerse activo y utilizar terapias de calor o frío, pruebe estas estrategias adicionales para controlar la osteoartritis de rodilla durante los meses más fríos:
- Quédese en casa cuando haga mucho frío y planifique las actividades al aire libre para las horas más cálidas del día.
- Mantenga su hogar cálido y confortable utilizando calefactores, alfombras o cortinas térmicas
- Manténgase hidratado para favorecer la salud articular y el bienestar general
Dé el primer paso para aliviar el dolor de rodilla
El tratamiento del dolor causado por la osteoartritis de rodilla requiere un enfoque proactivo, especialmente durante los meses más fríos, cuando los síntomas pueden empeorar. Manteniéndose activo, protegiendo las articulaciones y explorando las opciones de tratamiento, puede reducir las molestias y mejorar su calidad de vida.
Si está listo para tomar el control de la salud de su rodilla, el equipo de United Knee Centers está aquí para ayudarlo. Programe una consulta hoy mismo para obtener más información sobre las opciones de tratamiento personalizadas que pueden ayudarle a moverse con mayor comodidad y confianza.
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Preguntas frecuentes
Las bajas temperaturas pueden tensar los músculos y reducir el flujo sanguíneo, lo que aumenta la rigidez y las molestias. Los cambios en la presión barométrica y las condiciones de humedad también pueden contribuir a la hinchazón y el dolor articular durante los meses más fríos.
Mantenerse activo con ejercicios de bajo impacto, abrigarse bien para proteger las articulaciones, utilizar la terapia de calor para reducir la rigidez y aplicar hielo para controlar la hinchazón pueden ayudar a controlar el dolor de rodilla durante las estaciones más frías.
Si las estrategias estacionales y los cambios en el estilo de vida ya no proporcionan suficiente alivio, y el dolor de rodilla limita significativamente sus actividades diarias, puede ser el momento de explorar tratamientos avanzados como la embolización de la arteria genicular. La EAG ofrece una opción mínimamente invasiva para reducir el dolor sin cirugía mayor.